sábado, 19 de febrero de 2011

|| Jamás se puede recuperar una vez olvidado

Sientes algo inevitable por una persona que no te hace el mínimo caso, o si, pero sólo cuando él quiere, y te maldices por que dejarías todo lo que estás haciendo en ese momento, simplemente por el hecho de pasar una hora, media o incluso diez míseros minutos con él. Deseas olvidarle, no pensar más en él, no sufrir más. Y puedes estar deseando esto por mucho tiempo, pero hasta que no llega el momento en el que te paras y dices: Se acabó, esto no puede continuar así, tu mente no se evade de él.
Así que un día por fin llegó ese momento, el momento en el que tomaste esa decisión, la decisión de estar cansada de rebajarte por una persona, la de estar ahí para cuando lo necesite, y la de malgastar tiempo pensando en él cuando él ni si quiera tiene tiempo para ti.
Y lo consigues, se acabó el estar sufriendo por esa persona que ni si quiera te merece, vuelves a sonreír, y eres feliz… ¿Eres feliz? Se acabó.
Pasan los días, las semanas y los meses... Y no encuentras otra persona que te haga sentir como él lo hacía... Sientes que tu vida se está haciendo lineal, que no hay saltos, que no hay emociones fuertes, que no sientes nada tan grande por alguien como lo llegaste a sentir con esa persona... Y esa sensación no te gusta, es más, te agobia. No te hace sentir bien. No puedes creer que puedas echar de menos los altibajos que tenias cuando querias a aquella persona, a lo mucho que sufriste, a la inestabilidad emocional. No paras de idealizarlo. A él, a lo que te hizo sentir, a lo que sentias estando con él aunque los buenos momentos fueron escasos... porque tenias un motivo para luchar por algo que te hacia feliz. Realmente feliz. O quizás no tanto, pero era algo.
Así que un dia te despiertas y no puedes volver a sentir aquello porque no lo puedes seguir conservándolo… y jamás se puede recuperar una vez olvidado. Estas lista para volver a enamorarte, para volver a sentirte como en una noria... Pero ese momento no llega. No llega porque ocurre cuando tiene que ocurrir. Porque aquello que buscas aparece cuando menos te lo esperas, cuando no lo intentas provocar, en la persona que menos creerias y en el momento menos pensado.
Y ese momento, persona, y luegar acabó por ocurrir. Y te lanzas, porque estás deseando arriesgarte y volver a llorar por amor y no por otras razones. Es tu oportunidad, es esa persona, es lo que te está empezando a hacerte sentir.
Es el principio de algo. Algo tan inesperado que puede parecer una jugada del destino. Algo que viene tan fuerte que te desestabiliza totalmente... Y tú... Tú debes irte. Porque ha llegado el dia, no puedes quedarte más. Y debes tomar decisiones. No todo era tan fácil ni tan perfecto, era algo que tenía que pasar porque ya estaba planeado.
Pero esa es otra historia que ya contaré más adelante.

viernes, 18 de febrero de 2011

|| Se me escapan de las manos

Es increible cómo los años de adolescencia pasan tan lentamente deseando obtener la mayoría de edad, y cuando ya lo has conseguido los dias no hacen más que pasar incesablemente rápidos. Ya lo has conseguido, tienes tus ansiados 18 años, suponiendo que ya puedes hacer todo lo que deseabas, empiezas a vivir experiencias únicas, sientes esa libertad, ese sentimiento de haber entrado de puntillas en el mundo de los adultos. Y el tiempo pasa, vamos que si pasa, y un dia te despiertas y tus 18 se estan acabando... Aquello que decian era verdad, no mentían... Y ahora si que sientes que te has hecho mayor, lo sientes por que tienes que tomar tus propias decisiones, y según el camino que tomes tu vida será de una forma o de otra porque no lo puedes evitar y es así. Pero el reloj va siguiendo su curso, y no estas satisfecho por el modo en el que estas llevando tu vida, y te preguntas si escogiste bien aquel dia, que hubiera pasado si hubiera sido aquello o lo otro, el si hubieras sido más feliz si hubieras tomado otro camino....
Pero no se puede hacer nada, no se puedo retroceder y cambiar, así que miras hacia delante, porque la vida sigue, y tu tomas tus propias decisiones aunque sean duras, y tu estas escribiendo tu propia historia, y estas dictando como seras en un futuro. Entonces pasa un año, rápido, demasiado. Y luego pasa otro, y otro. Y un dia lo piensas, y deseas volver a tu juventud, porque en aquella época eras feliz, o lo idealizas, porque en tu juventud querias ser adulto, y luego al revés. Y después te desesperas porque no sabes lo que quieres, pero en otros momentos te inunda la melancolía y te arranca una enorme sonrisa algún recuerdo y quisieras volver estar allí. Pero no puedes, y lo peor es que no te das cuenta que aún quedan dias para llenar tu diario de nuevos recuerdos inolvidables. Y disfrutar del momento, dia a dia, momento a momento, minuto a minuto. Nunca sabes cuando se puede acabar la suerte. Y cuando se acaba, ahí si que no se puede volver atrás, y aquello de retroceder para cambiar o frustrarse por no ser feliz ya no importa. Te limitas a maldecirte por haberte quejado tanto, por no haber disfrutado más, por no tener presente que esto igual que tiene un principio... tiene un final. Y ese final... ese final acaba llegando. Más pronto de lo que creias. Y en ese momento si que no tienes tiempo. Porque el tiempo pasa rápido... pero llega un momento en el que se agota. Es inevitable. Se escapa...

|| Siempre hay un principio para todo

Igual que hay un principio para vivir, para aprender a hablar, a caminar, a reir... Según vamos creciendo siempre tenemos un principio de algo, de un amor, de un curso, de una amistad, de algo que no hemos vivido antes. Aunque quizá cada dia que vivamos es el principio, porque siempre es diferente, siempre aprendemos algo, siempre hacemos algo nuevo aunque sea insignificante... Y hoy es el principio de esto, no sé si lo seguiré, cuanto durará, o si me ayudará a ordenar un poco mi cabeza... lo único que sé es que esto es tan solo el principio, y eso es lo importante.