viernes, 18 de febrero de 2011

|| Se me escapan de las manos

Es increible cómo los años de adolescencia pasan tan lentamente deseando obtener la mayoría de edad, y cuando ya lo has conseguido los dias no hacen más que pasar incesablemente rápidos. Ya lo has conseguido, tienes tus ansiados 18 años, suponiendo que ya puedes hacer todo lo que deseabas, empiezas a vivir experiencias únicas, sientes esa libertad, ese sentimiento de haber entrado de puntillas en el mundo de los adultos. Y el tiempo pasa, vamos que si pasa, y un dia te despiertas y tus 18 se estan acabando... Aquello que decian era verdad, no mentían... Y ahora si que sientes que te has hecho mayor, lo sientes por que tienes que tomar tus propias decisiones, y según el camino que tomes tu vida será de una forma o de otra porque no lo puedes evitar y es así. Pero el reloj va siguiendo su curso, y no estas satisfecho por el modo en el que estas llevando tu vida, y te preguntas si escogiste bien aquel dia, que hubiera pasado si hubiera sido aquello o lo otro, el si hubieras sido más feliz si hubieras tomado otro camino....
Pero no se puede hacer nada, no se puedo retroceder y cambiar, así que miras hacia delante, porque la vida sigue, y tu tomas tus propias decisiones aunque sean duras, y tu estas escribiendo tu propia historia, y estas dictando como seras en un futuro. Entonces pasa un año, rápido, demasiado. Y luego pasa otro, y otro. Y un dia lo piensas, y deseas volver a tu juventud, porque en aquella época eras feliz, o lo idealizas, porque en tu juventud querias ser adulto, y luego al revés. Y después te desesperas porque no sabes lo que quieres, pero en otros momentos te inunda la melancolía y te arranca una enorme sonrisa algún recuerdo y quisieras volver estar allí. Pero no puedes, y lo peor es que no te das cuenta que aún quedan dias para llenar tu diario de nuevos recuerdos inolvidables. Y disfrutar del momento, dia a dia, momento a momento, minuto a minuto. Nunca sabes cuando se puede acabar la suerte. Y cuando se acaba, ahí si que no se puede volver atrás, y aquello de retroceder para cambiar o frustrarse por no ser feliz ya no importa. Te limitas a maldecirte por haberte quejado tanto, por no haber disfrutado más, por no tener presente que esto igual que tiene un principio... tiene un final. Y ese final... ese final acaba llegando. Más pronto de lo que creias. Y en ese momento si que no tienes tiempo. Porque el tiempo pasa rápido... pero llega un momento en el que se agota. Es inevitable. Se escapa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario